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martes, 9 de junio de 2015

La clave para evolucionar: en busca de la motivación deportiva

La clave para evolucionar: en busca de la motivación deportiva
Hablar y promerte es fácil, hacerlo no tanto
Hablar de la motivación es muy sencillo, seguro que muchas veces le habrás dicho a alguien lo que debe hacer, decirlo es tan fácil, pero hacerlo uno mismo suele ser laborioso. Quién no conoce a alguien que el día 1 de enero promete que este año se va a poner en forma, va a ir todos los días al gimnasio, se va a poner más fuerte que el vinagre y tantas y tantas cosas más, pero en cuanto llega la hora de la verdad nada de nada.
Se suelen apuntar al gimnasio en enero y se suelen borrar en febrero, esto en el mejor de los casos, porque algunos siguen apuntados todo el año, pagando pero sin ir a entrenar, de estas personas viven los gimnasios, no de gente como vosotros que va siempre, desgastáis el material y las instalaciones, gastais agua y electricidad y algunod os quejais por el material o las máquinas, sin embargo los buenos clientes no pisan ni el gimnasio. Debemos agradecerles mucho a esta gente pues gracias a ellos hay cada vez mejores gimnasios, mayor ofertas, más actividades y más económicos.
Esas personas en el momento en que deciden que van a cambiar están muy motivadas, pero es una motivación irreal, en realidad la gran mayoría no están capacitados para ese cambio, es más, ni han pensado todo lo que tienen que cambiar para realizarlo, piensan que como cambia el año también pueden cambiar ellos sin tener que esforzarse. Eso no es motivación real sino una motivación efímera que dura lo que dura la navidad, un suspiro.
Mecanismos para buscar la motivación
Pero hay muchos mecanismos para buscar la motivación, aunque desde ya os tengo que decir que sin que uno mismo cambie difícilmente la va a encontrar. La mejor manera de encontrar la motivación es regalándose a uno mismo con pequeños premios que nos motiven para seguir entrenando o seguir una dieta más estricta. Algo así como si llego a este porcentaje de grasa me compro una camiseta técnica nueva, o si soy estricto 5 días a la semana en la dieta me doy un pequeño homenaje (lo llamamos día trampa y encima es ideal para nuestro organismo y nuestra mente).
La motivación va a ser menos necesaria según nos vayamos acercando al objetivo plateado, lo más difícil es el preámbulo, ese segundo instante en el que debemos salir de la zona de confort, ahí es donde más motivación debemos tener, sobre todo cuando pase la euforia del momento inicial, porque sí, existe una euforia inicial por la novedad del cambio, pero al de unas semanas puede que esa motivación se pierda, bien por qué no se siente recompensa en el esfuerzo, bien porque no se hacen las cosas como se deben o bien por cualquier otro motivo, que en resumen no es más que falta de motivación.
Así que si queremos conseguir realmente nuestro objetivo tenemos que mantener la motivación durante todo el año para entrenar, comer y descansar como se debe, incluso en esos momentos menos apetecibles que es donde residirá la clave de nuestro éxito.Diferentes motivaciones
Algo muy interesante dentro de la motivación es conocer la diferencia entre la motivación básica y la motivación cotidiana:
MOTIVACIÓN BÁSICA
Digamos que la motivación básica nos impulsa a entrenar con el fin de lograr un prestigio social, alcanzar un reto personal, algún tipo de remuneración económica o lograr un campeonato. Es decir, la motivación básica es la base estable de la motivación, determina el compromiso con la actividad deportiva que se realiza, y está relacionada con victorias, satisfacción, autorrealización.
Se produce cuando el deportista piensa en la competición que desea realizar, en ser valorado por amigos, familia, la foto del cuerpo de sus sueños o superar sus propios límites
MOTIVACIÓN COTIDIANA
Esta motivación es esencial y se da en el día a día, simplemente por el interés de la actividad deportiva que se realice aportando una gratificación inmediata.
Tiene que ver con el ambiente de entrenamiento, con el gusto mismo de lo que se hace, ya sea levantar pesas o correr, la obtención de pequeños retos… Con esta motivación logramos rendir adecuadamente.
Combinar para ganar
Para conseguir una motivación adecuada hay que combinar ambas motivaciones de forma que tengamos un buen compromiso con la actividad deportiva que hayamos elegido y una estimulación diaria que nos permita realizar las tareas adecuadas de cada entrenamiento.
Si la persona posee una motivación básica estable, teniendo claro el objetivo que quiere lograr y disfruta con el día a día, aunque para ello tenga que sufrir y esforzarse, estará siempre en disposición de entrenar como se debe y de cuidar su dieta de la forma adecuada, salvando todos los obstáculos. Pero si falla en uno de los dos aspectos, los entrenamientos no serán los suficientemente intensos, ni tendrá una dieta estricta, o incluso abandonará la práctica deportiva, pues encontrará excusas para fallar en entrenos, dietas, descanso…
Para mantener la motivación básica alta hay que tener muy claro el objetivo, y este debe ser lo suficientemente estimulante como para tener ese compromiso necesario pero sin qué sea un objetivo descabellado. Conozco gente que nunca ha corrido más de 10 minutos y va, se compra unas zapatillas (de pronador que sin saber la pisada ni empiezan) y se marca el objetivo de hacer la maratón de su ciudad ese mismo año. Podéis imaginar como acaba la historia.
Por otro lado para mantener alta la motivación cotidiana hay que hacer “divertidos” (dentro de lo que se puedan) los entrenamientos diarios, bien con rutinas nuevas, con compañeros que te motiven a entrenar, con miniretos, con la alta intensidad, con música, con gratificaciones instantáneas al realizar un entrenamiento de calidad (una sesión de masajeo de spa por ejemplo). Hay que disfrutar con lo que se hace para que la motivación cotidiana esté siempre alta.
Seguro que conocéis a muchos que se apuntan al gimnasio casi por obligación y hacen pesas, o máquinas, o cardio pero sin que les guste hacer esa actividad deportiva, así que en un corto periodo de tiempo lo acaban dejando. Es algo normal, porque aunque tuvieran el objetivo claro, ponerse en forma, bajar de peso, aumentar de masa o lo que fuera, sólo el hecho de realizar esa actividad que no les gusta hace que pierdan el interés de realizarlo y al final todo se vaya al traste.
Tan importante es estar motivado como saber elegir tu actividad deportiva preferida, para algunos será el spinning, para otros el running y para la mayoría de nosotros nuestras queridas mancuernas.
Qué entendemos por motivación
Por tanto, después de esta chapa que os he cascado, todo somos capaces de llegar a una conclusión sencilla de lo que es la motivación. La motivación no es más que el “empeño persistente e intenso por conseguir algo”, cuanto mayor sea el interés por conseguirlo, más dispuesto estaremos por realizar acciones que dentro de nuestra zona de confort nos costaría, realizar como son entrenamientos, comidas, viajes, buscar tiempo, madrugones…
La motivación es, para mí, el aspecto más importante del cualquier actividad deportiva que practiquemos, puesto que influirá en nuestra capacidad para controla la alimentación, el descanso, la intensidad de entrenamiento, la disciplina o la constancia de entrenamiento.

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