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martes, 9 de junio de 2015

LA HARINA DE ARROZ

MOSTRANDO LA HARINA DE ARROZ
La harina de arroz es un ingrediente que todos hemos consumido alguna vez, igual incluso sin saberlo por ser parte de la fórmula de algunas papillas o alimentos para bebés. Pero la versatilidad de la harina de arroz en la cocina nos permite incluirla en muchas elaboraciones, desde espesante de salsas, pasando por rebozados, repostería e incluso la elaboración de pasta (fideos, tallarines…).
La harina de arroz es como el grano, uno alimento muy importante en muchos países como el Sudeste Asiático o La India entre otros. Generalmente se hace la harina con el arroz de grano largo, aunque hay harinas de arroz de distintas variedades, una de las más populares es la de arroz glutinoso, que como os comentamos en el post Tipos de arroz, es dulce y pegajoso.
Para obtener la harina de arroz se empieza retirando la cáscara y el grano crudo se tritura según la granulometría deseada, se realiza un proceso que elimine humedad y podemos disfrutar de una harina blanca y fina, no obstante, también podemos encontrar, en tiendas especializadas, la harina de arroz integral. Con el grano tostado y después molido se obtiene un polvo de arroz muy utilizado en Vietnam y Tailandia, es este Arroz tostado en polvo, utilizado como aquí el gofio.
Las personas que padecen intolerancia al gluten encuentran en la harina de arroz un sustituto de otras harinas que no pueden consumir los celíacos, aunque siempre será recomendable consultar con el fabricante, si no se especifica en el paquete, que en el proceso de elaboración no pueda sufrir ningún tipo de contaminación por otro cereal con gluten.
Hace ya un año conocíamos la noticia del desarrollo del pan elaborado con harina de arroz por un grupo de investigadores del Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos de Valencia, no hemos tenido más noticias, pero aseguraban que este nuevo pan creado especialmente para los celíacos, ofrecía características muy similares al pan tradicional, miga esponjosa y elástica y corteza crujiente.
El hecho es que con la harina de arroz solamente no se puede obtener un pan de estas características, ya que no contiene la elasticidad que proporciona el gluten. Generalmente se combina con harina de otros cereales, pero con harina de trigo ya no sería apto para quienes padecen celiaquía. Hay panaderos que hacen pan con harina de arroz adicionándolo con goma xantana o goma de guar, lo que facilita la retención de las burbujas de aire que produce la levadura o los prefermentos.
La harina de arroz nos gusta especialmente para hacer rebozados y tempuras, al absorber poco líquido resulta muy crujiente y fino, y no se lleva el sabor del ingrediente principal. Esta harina es buena sustituta de la harina de maíz para espesar caldos y salsas, y como hemos indicado anteriormente, con ella podemos hacer galletas, crepes o tartas entre otras cosas.

La clave para evolucionar: en busca de la motivación deportiva

La clave para evolucionar: en busca de la motivación deportiva
Hablar y promerte es fácil, hacerlo no tanto
Hablar de la motivación es muy sencillo, seguro que muchas veces le habrás dicho a alguien lo que debe hacer, decirlo es tan fácil, pero hacerlo uno mismo suele ser laborioso. Quién no conoce a alguien que el día 1 de enero promete que este año se va a poner en forma, va a ir todos los días al gimnasio, se va a poner más fuerte que el vinagre y tantas y tantas cosas más, pero en cuanto llega la hora de la verdad nada de nada.
Se suelen apuntar al gimnasio en enero y se suelen borrar en febrero, esto en el mejor de los casos, porque algunos siguen apuntados todo el año, pagando pero sin ir a entrenar, de estas personas viven los gimnasios, no de gente como vosotros que va siempre, desgastáis el material y las instalaciones, gastais agua y electricidad y algunod os quejais por el material o las máquinas, sin embargo los buenos clientes no pisan ni el gimnasio. Debemos agradecerles mucho a esta gente pues gracias a ellos hay cada vez mejores gimnasios, mayor ofertas, más actividades y más económicos.
Esas personas en el momento en que deciden que van a cambiar están muy motivadas, pero es una motivación irreal, en realidad la gran mayoría no están capacitados para ese cambio, es más, ni han pensado todo lo que tienen que cambiar para realizarlo, piensan que como cambia el año también pueden cambiar ellos sin tener que esforzarse. Eso no es motivación real sino una motivación efímera que dura lo que dura la navidad, un suspiro.
Mecanismos para buscar la motivación
Pero hay muchos mecanismos para buscar la motivación, aunque desde ya os tengo que decir que sin que uno mismo cambie difícilmente la va a encontrar. La mejor manera de encontrar la motivación es regalándose a uno mismo con pequeños premios que nos motiven para seguir entrenando o seguir una dieta más estricta. Algo así como si llego a este porcentaje de grasa me compro una camiseta técnica nueva, o si soy estricto 5 días a la semana en la dieta me doy un pequeño homenaje (lo llamamos día trampa y encima es ideal para nuestro organismo y nuestra mente).
La motivación va a ser menos necesaria según nos vayamos acercando al objetivo plateado, lo más difícil es el preámbulo, ese segundo instante en el que debemos salir de la zona de confort, ahí es donde más motivación debemos tener, sobre todo cuando pase la euforia del momento inicial, porque sí, existe una euforia inicial por la novedad del cambio, pero al de unas semanas puede que esa motivación se pierda, bien por qué no se siente recompensa en el esfuerzo, bien porque no se hacen las cosas como se deben o bien por cualquier otro motivo, que en resumen no es más que falta de motivación.
Así que si queremos conseguir realmente nuestro objetivo tenemos que mantener la motivación durante todo el año para entrenar, comer y descansar como se debe, incluso en esos momentos menos apetecibles que es donde residirá la clave de nuestro éxito.Diferentes motivaciones
Algo muy interesante dentro de la motivación es conocer la diferencia entre la motivación básica y la motivación cotidiana:
MOTIVACIÓN BÁSICA
Digamos que la motivación básica nos impulsa a entrenar con el fin de lograr un prestigio social, alcanzar un reto personal, algún tipo de remuneración económica o lograr un campeonato. Es decir, la motivación básica es la base estable de la motivación, determina el compromiso con la actividad deportiva que se realiza, y está relacionada con victorias, satisfacción, autorrealización.
Se produce cuando el deportista piensa en la competición que desea realizar, en ser valorado por amigos, familia, la foto del cuerpo de sus sueños o superar sus propios límites
MOTIVACIÓN COTIDIANA
Esta motivación es esencial y se da en el día a día, simplemente por el interés de la actividad deportiva que se realice aportando una gratificación inmediata.
Tiene que ver con el ambiente de entrenamiento, con el gusto mismo de lo que se hace, ya sea levantar pesas o correr, la obtención de pequeños retos… Con esta motivación logramos rendir adecuadamente.
Combinar para ganar
Para conseguir una motivación adecuada hay que combinar ambas motivaciones de forma que tengamos un buen compromiso con la actividad deportiva que hayamos elegido y una estimulación diaria que nos permita realizar las tareas adecuadas de cada entrenamiento.
Si la persona posee una motivación básica estable, teniendo claro el objetivo que quiere lograr y disfruta con el día a día, aunque para ello tenga que sufrir y esforzarse, estará siempre en disposición de entrenar como se debe y de cuidar su dieta de la forma adecuada, salvando todos los obstáculos. Pero si falla en uno de los dos aspectos, los entrenamientos no serán los suficientemente intensos, ni tendrá una dieta estricta, o incluso abandonará la práctica deportiva, pues encontrará excusas para fallar en entrenos, dietas, descanso…
Para mantener la motivación básica alta hay que tener muy claro el objetivo, y este debe ser lo suficientemente estimulante como para tener ese compromiso necesario pero sin qué sea un objetivo descabellado. Conozco gente que nunca ha corrido más de 10 minutos y va, se compra unas zapatillas (de pronador que sin saber la pisada ni empiezan) y se marca el objetivo de hacer la maratón de su ciudad ese mismo año. Podéis imaginar como acaba la historia.
Por otro lado para mantener alta la motivación cotidiana hay que hacer “divertidos” (dentro de lo que se puedan) los entrenamientos diarios, bien con rutinas nuevas, con compañeros que te motiven a entrenar, con miniretos, con la alta intensidad, con música, con gratificaciones instantáneas al realizar un entrenamiento de calidad (una sesión de masajeo de spa por ejemplo). Hay que disfrutar con lo que se hace para que la motivación cotidiana esté siempre alta.
Seguro que conocéis a muchos que se apuntan al gimnasio casi por obligación y hacen pesas, o máquinas, o cardio pero sin que les guste hacer esa actividad deportiva, así que en un corto periodo de tiempo lo acaban dejando. Es algo normal, porque aunque tuvieran el objetivo claro, ponerse en forma, bajar de peso, aumentar de masa o lo que fuera, sólo el hecho de realizar esa actividad que no les gusta hace que pierdan el interés de realizarlo y al final todo se vaya al traste.
Tan importante es estar motivado como saber elegir tu actividad deportiva preferida, para algunos será el spinning, para otros el running y para la mayoría de nosotros nuestras queridas mancuernas.
Qué entendemos por motivación
Por tanto, después de esta chapa que os he cascado, todo somos capaces de llegar a una conclusión sencilla de lo que es la motivación. La motivación no es más que el “empeño persistente e intenso por conseguir algo”, cuanto mayor sea el interés por conseguirlo, más dispuesto estaremos por realizar acciones que dentro de nuestra zona de confort nos costaría, realizar como son entrenamientos, comidas, viajes, buscar tiempo, madrugones…
La motivación es, para mí, el aspecto más importante del cualquier actividad deportiva que practiquemos, puesto que influirá en nuestra capacidad para controla la alimentación, el descanso, la intensidad de entrenamiento, la disciplina o la constancia de entrenamiento.

Ejercicios para LA ZONA abdomen

Ejercicios para LA ZONA abdomen
Todo el mundo quiere abdominales inferiores definidos. Y todo ello por una buena razón, que son el pináculo de la belleza abdominal y la personificación del glamour físico. Lo que es interesante, sin embargo, es que, contrariamente a lo que percibo es que la gente piensa que los abdominales inferiores son un músculo con identidad propia, y lo que realmente son es una extensión del recto abdominal.
Los abdominales inferiores son la pieza final del rompecabezas abdominal. Marcan la fase final de la definición abdominal, dado que la grasa corporal que más tarde desaparece es la de abajo. La grasa en esta parte compleja de expulsar, y es la primera zona en taparse cuando nos saltamos la dieta
No obstante, en ejercicios en casa os queremos ayudar con este tema. Hemos ideado una lista de 3 ejercicios para abdomen bajo. Estos ejercicios para abdomen bajo varían en dificultad y en forma, para que tengáis distintas referencias para trabajarlas.
Ejercicios para abdomen bajo – Pulse up
Para realizar el pulse up, nos deberemos acostar sobre nuestra espalda en la parte superior de un banco plano o en el suelo. Si estamos en el suelo, colocaremos las manos debajo de nuestras orejas; si estamos en un banco, deberemos colocar las manos detrás de la cabeza para producir un estiramiento profundo.
Apretaremos nuestro vientre, contrayendo los abdominales inferiores, y levantando las piernas hasta que estén 100% en vertical. Nuestro cuerpo debe formar un ángulo de 90 º. Esa es la posición inicial.
Apretaremos el trasero y los abdominales inferiores. Utilizaremos nuestras caderas para empujar las piernas directamente hacia arriba.
Nos mantendremos en la parte superior de 0,5 segundos, bajaremos lentamente y dejaremos que el glúteo toque brevemente el banco o el suelo.
Repetiremos inmediatamente el movimiento.
Crunch inversos
Nos acostaremos sobre nuestra espalda con las piernas en elevada. Si estamos en un banco plano, colocaremos las manos detrás de la cabeza.
Sin mover la superior de la espalda,con fuerza, contraeremos los abdominales inferiores, levantando el glúteo del suelo, y tirando de las rodillas hacia dentro.
Cuando las rodillas alcancen la altura del pecho, realizaremos una pausa de 0,5 segundos y poco a poco volveremos a la posición de salida.
– Abdominales pies a la barra
Nos colgaremos de una barra de dominadas con las manos con un ancho de los hombros.
Manteniendo la espalda recta, contraeremos los abdominales inferiores y lentamente levantaremos las piernas hasta que estén paralelas al suelo. Podemos utilizar balanceo, o hacerlos de forma estricta.
Hagamos una pausa de 0,5 segundos en la posición final y volveremos a la parte inferior.
Repetiremos el procedimiento para 10-20 repeticiones.
Como los abdominales se fortalecen gradualmente,podemos aumentar la altura a la que subimos las piernas.