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miércoles, 6 de mayo de 2015

,APRENDER A LEER ETIQUETAS EN VUESTROS PRODUCTOS DE LA COMPRA

ESTO DEBERIA SER YA MUY IMPORTANTE PARA VOSOTROS,APRENDER A LEER ETIQUETAS EN VUESTROS PRODUCTOS DE LA COMPRA
Consejo: Evita todo lo que contenga la palabra “hidrogenado”.
Aprender a interpretar correctamente la información nutricional es importante para saber comer saludablemente y mantener el peso ideal. Sobre todo, es muy importante aprender a interpretar la información nutricional de un alimento de acuerdo a su contenido de sal, grasas o azúcares para estimar si el alimento es aconsejable. Muchas personas, a la hora de ver la información nutricional de un producto sólo se fijan en la cantidad de calorías de este, un gran error.
Para saber si un producto es bueno para nosotros debemos saber identificar de donde proceden esas calorías y si además de energía nos aportan otros tipos de nutrientes como proteínas, minerales o vitaminas. Existen alimentos que sólo aportan “calorías vacías”, es decir, son alimentos con muy poco aporte nutritivo. Las calorías vacías suelen incluir elevadas proporciones de carbohidratos de absorción rápida como los mono y disacáridos, y grasas poco saludables como grasas trans y saturadas. Leer correctamente las etiquetas de los alimentos requiere práctica y tiempo.
Observar la información nutricional según la cantidad
La mayoría de las etiquetas donde aparece la información nutricional tiene dos apartados, uno indicando la información nutricional por cada 100g o 100ml y otro apartado con la información nutricional según el tamaño del servicio.
El primer paso es identificar que cantidad del producto en cuestión vamos a tomar para identificar en la etiqueta la cantidad de calorías, grasas, sal o azúcares que vamos a ingerir.
Determinar la cantidad de Carbohidratos simples (azúcares)
Debes ver qué cantidad de esos carbohidratos son simples (azúcares) y que cantidad corresponde a carbohidratos complejos y fibra dietética.
Los carbohidratos complejos (almidones) son absorbido lentamente por el organismo, por lo que producen una elevación más lenta y moderada de la glucosa en sangre lo que permite controlar los niveles de azúcar en la sangre y, al mismo tiempo, suministran al cuerpo energía de larga duración.
En cambio, los carbohidratos simples se digieren muy rápidamente y pasan al torrente sanguíneo en minutos, produciendo una condición de hiperglucemia que significa que existe una gran concentración de azúcar en la sangre. Para contrarrestar esto, nuestro cuerpo produce una hormona llamada insulina, que se encarga de trasladar el azúcar de la sangre a las células, sobrecargando los sistemas de producción de energía de las células. Si no gastamos esa sobrecarga de energía, el exceso de azúcares se convierte en grasa. Ese es el motivo por el cual debemos mantenerlos hidratos de carbono simples (los azúcares) al mínimo, especialmente si estamos tratando de bajar de peso.
Lo más aconsejable es no consumir alimentos que contengan más de 10g de azúcar por cada 100g.siempre con excepciones de tu preparacion ,de tus metas,objetivos,esto son simples pautas para una persona que se cuide un poquito
Determinar la cantidad de grasas “malas”
También debemos determinar la cantidad de grasa en un alimento en particular y qué tipo de grasas se encuentran en el producto. La clave está en saber que existen grasas buenas y malas, para así asegurar el suministro diario de las primeras y evitar las segundas. Las grasas “buenas” son las insaturadas, compuestas por las grasas monoinsaturadas que ayudan a disminuir el colesterol LDL (colesterol malo) al mismo tiempo impulsar el colesterol HDL (colesterol bueno) y las grasas poliinsaturadas también se cree que ayudan a disminuir el colesterol. Las grasas “malas” son las grasas saturadas y trans, y debemos limitar al máximo su consumo, ya que además de fomentar el sobrepeso ponen en peligro el sistema cardiovascular.
Debemos evitar los alimentos que contengan más de 5 g de grasas saturadas por cada 100 gramos.con excepciones de tu preparacion ,de tus metas,objetivos,esto son simples pautas para una persona que se cuide un poquito
El listado de ingredientes
El listado de ingredientes es muy útil para verificar lo que muchas veces se indica en el envase del producto.
Ejemplo: Podemos encontrar unas galletas enriquecidas con ácidos grasos esenciales que se anuncien así “con omega-3, cuida tu corazón”, pero al acudir al listado de ingredientes vemos que además de omega-3 contienen grasa vegetal de palma, altamente nociva. Lo mismo sucede con algunas bebidas que se comercializan bajo la etiqueta “light” y que aún así contienen un importante número de azúcares rápidos.
Los ingredientes se presentan por el orden de importancia y por su grado de presencia en el producto final. Es decir, el ingrediente que primero aparece en la lista es el ingrediente que encontramos en mayor grado y sucesivamente van apareciendo los ingredientes que se han utilizado en menor cantidad, el último ingrediente que aparece en la lista apenas tiene importancia en cuanto a su peso o volumen.
Este dato también nos permite cuestionar la veracidad del envase de muchos alimentos e informarnos adecuadamente de todas las sustancias que estamos ingiriendo.
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Etiqueta nutricional
Éste es el segundo punto con el que debemos estar familiarizados a fin de poder cuidar nuestra alimentación.
Existen dos tipos de etiqueta nutricional.
La primera sólo incluye las calorías y los grupos de macronutrientes, es decir: valor calórico, hidratos de carbono, grasas y proteínas. Generalmente estos valores se dan en base a 100 gramos de producto.
La segunda es más amplia e incluye los siguientes valores: valor calórico, hidratos de carbono (especificando la cantidad de azúcares rápidos), grasas (saturadas y ocasionalmente colesterol), proteínas, fibra, sodio y se pueden incluir otros valores como vitaminas o minerales.
Veamos ahora cómo interpretar esta información:
Valor calórico: La piña contiene 50 calorías cada 100 gramos, el arroz integral hervido 111, el pan blanco 255 y las lentejas 336. En estos casos, a pesar de que las lentejas pueden contener gran cantidad de calorías, también aportan muchísimos nutrientes. Lo que debemos evitar son adquirir aquellos alimentos industriales con un alto índice calórico, como las patatas de bolsa, que pueden contener más de 500 calorías por cada 100 gramos.
Hidratos de carbono: Una ración de hidratos de carbono son 10 gramos de los mismos. Es normal que en un alimento como la pasta o el arroz observemos un gran porcentaje de hidratos de carbono por cada 100 gramos. Debemos darle por tanto gran importancia al porcentaje especificado como azúcares rápidos. Una gran cantidad de azúcares rápidos indica que estamos ante un alimento de elevado índice glucémico, es decir, que engorda fácilmente.
Grasas: El porcentaje total de grasas no debe ser muy elevado pero sobre todo nos debemos fijar en las grasas que se especifican como grasas saturadas. Huye de los alimentos ricos en grasas saturadas y colesterol.
Proteínas: El porcentaje de proteínas no indica mayor relevancia, únicamente nos informa acerca de la cantidad de este nutriente, obviamente, si compramos carne o pescado debemos estar ante un porcentaje de proteínas elevado.
Fibra y sodio: Los alimentos más saludables son aquellos que contienen un alto porcentaje de fibra y una baja cantidad de sodio. La fibra es imprescindible para cuidar nuestro corazón, en cambio, el sodio es el gran causante de la hipertensión arterial.
Asimilar esta información te permitirá familiarizarte con los etiquetados de los alimentos de forma progresiva, adquiriendo práctica y conocimiento para poder interpretarlos. Recuerda que una alimentación sana empieza con una compra saludable.

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