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sábado, 23 de mayo de 2015

CAUSAS Y COMO COMBATIR FLACIDEZ,ESTRIAS,CELULITIS PARTE 1

CAUSAS Y COMO COMBATIR FLACIDEZ,ESTRIAS,CELULITIS PARTE 1
HOY TRAIGO UN TEMITA QUE ES MEJOR QUE DIVIDA EN 2 PARTES,,SINO SE VA HACER ETERNO LEER TODO,JEJE, HABLARE DE LA FLACIDEZ
para todo aquel que se nota fuera de forma,fofo,pasado de peso,en su peso pero blandito sus Prioridades debe ser:
Perder grasa preservando el músculo.
En lo posible ganar fuerza.
La flacidez corporal es una consecuencia de los profundos cambios morfológicos que experimentan los tejidos y que están originados por el paso del tiempo y acentuados por algunas circunstancias adversas (mala alimentación, tabaquismo, condiciones externas extremas etc).
El envejecimiento natural trae como consecuencia una menor producción de colágeno y elastina. El número de fibroblastos también desciende; la dermis, en consecuencia, se empobrece y pierde su capacidad de recambio natural.
Cuando la compleja estructura de sostén (elastina, colágeno y sustancia fundamental) que hace que epidermis y dermis permanezcan perfectamente unidas, se debilita se produce una desconexión entre ambas capas que trae como consecuencia la aparición de zonas flácidas.
Tratamientos efectivos
Los primeros tratamientos se centraron en corregir la flacidez facial con excelentes resultados en zona delimitadas como en los casos de elevación de pómulos o doble barbilla. Dados los eficaces y rápidos resultados obtenidos en la cara, los últimos avances han hecho posible aplicar tratamientos y aparatología para corregir, también, la flacidez corporal, especialmente en grupos musculares como muslos, glúteos o brazos.
GENETICA Y HORMONAS
La genética, dichosa o bendita genética. La responsable de la mayoría de adaptaciones fisiológicas de nuestro cuerpo con el paso de los años, y la responsable también de la mayoría de resultados en el ejercicio físico.
Todas las personas, y en especial las mujeres, tienden a acumular grasa en zonas específicas del cuerpo y este suceso se agrava con la edad por el efecto hormonal. Las hormonas son las reguladoras de nuestro metabolismo y las que dictan nuestra constitución física.
Las hormonas tiroideas regulan nuestro metabolismo. Esto quiere decir que una hipófisis que funcione más lentamente segregará menos cantidad de estas hormonas ralentizando el metabolismo y viceversa, tendiendo a engordar más de la cuenta, o al revés. El ejercicio físico regular y una dieta, consiguen paliar los efectos del metabolismo lento, acelerándolo y estabilizándolo en valores normales. Además, el déficit de testosterona en las mujeres hace que tiendan a acumular más grasa en los brazos y el pecho en comparación con los hombres.
Por otro lado con el paso de los años disminuye la producción de dehidroepiandrosterona (DHEA), disminuyendo el metabolismo basal con la consiguiente pérdida de masa muscular y aumento de grasa corporal, agravada con el efecto de la menopausia donde los estrógenos (hormona sexual femenina) dejan de segregarse, aumentando también la pérdida de masa ósea por descalcificación.
Pero la hormona por excelencia que regula la cantidad de grasa acumulada en nuestro cuerpo es la insulina. La insulina se segrega para controlar los niveles de azúcar en sangre (glucemia). Cuando ingerimos azucares simples o complejos, la insulina se dispara para captar el exceso en la sangre y transportarlo a las células y así equilibrar la glucemia. Pero además, la insulina tiene otro papel fundamental: transforma los alimentos consumidos en grasa corporal debido a que bloquea la actividad enzimática que transporta los ácidos grasos al interior de la mitocondria para transformarlos en glucosa y por lo tanto en energía. Si no hay niveles altos de insulina en el cuerpo resulta más difícil que el cuerpo almacene los alimentos en forma de grasa. Tener niveles altos de insulina de manera continua en el cuerpo puede llevar a padecer: diabetes tipo II, hipertensión, hipercolesterolemia, enfermedades cardiovasculares, etc.
Por lo tanto controlar la ingesta de alimentos que eleven nuestro nivel de azúcar en sangre seria crucial para evitar el exceso de grasa corporal., el alcohol o el tabaco también elevan la respuesta insulínica en el cuerpo.
Por ultimo debemos hablar, aunque parezca contradictorio, de la importancia de las grasas. Me explico. Nuestro cuerpo fabrica las hormonas a partir de las grasas y el colesterol, por lo que son necesarios para mantener un equilibrio hormonal. De ahí a que las dietas bajas en grasas produzcan estos desequilibrios tan poco deseados y tan difíciles de volver a re-equilibrar. Hay que comer grasas, sí. Pero grasas buenas: monoinsaturadas y poliinsaturadas. Aceite de oliva, pescado, aguacate, frutos secos… son buenos ejemplos.
Esta grasa no se va a acumular en tu cuerpo ya que a pesar de ser calórica sino existen altos niveles de insulina simultáneamente. De hecho está demostrado que estas grasas ayudan a reducir la grasa corporal por mucha locura que parezca.
Así que es importante no mezclar alimentos ricos en grasas con alimentos que elevan nuestra respuesta insulínica como son el azúcar o los carbohidratos feculentos. De ahí a que los pasteles, bollos, galletas (azúcar+grasa) engordan tanto.
CAUSAS PRINCIPALES DE LA FLACIDEZ
la acumulación de grasa debido al efecto hormonal y a la edad es sumamente importante, pero lógicamente una persona que es físicamente activa durante varios años es capaz de ralentizar este proceso y mantener el tono muscular y la grasa corporal a raya.esa flacidez muscular que se ve agravada en los brazos por el simple hecho de la gravedad. La inactividad física acumula grasa excesiva y reduce el tono muscular.
en ocasiones nos encontramos con mujeres que no padecen sobrepeso, o este es muy leve, pero que acumulan grasa en zonas concretas del cuerpo. Por eso es tan importante la medición de parámetros de grasa, masa muscular y agua por separado y no guiarnos tanto de la bascula
En ambos casos hay que trabajar para combatir ese exceso de grasa (no necesariamente exceso de peso).
Para ello y fundamental es instaurar en el organismo un balance energético negativo, es decir que el gasto supere la ingesta de calorías diarias para que la grasa excesiva pueda utilizarse como sustrato energético y equilibrarla a niveles saludables. La dieta y el ejercicio físico resultan fundamentales.
Pautar ejercicio físico para este objetivo . Cada individuo tiene unas características físicas específicas, una vida laboral determinada, unas lesiones, unas preferencias por lo que describir ejercicio físico no puede ser para todos igual
Estrés y ansiedad
La zona abdominal es muy sensible al estrés y la ansiedad, es recomendable estar tranquila/o y enfocar la vida con más confianza
El abdomen es una de las zonas que más acumula grasa, además de que se inflama con gran facilidad.
Pérdida brusca de peso:
Al bajar una importante cantidad de kilos se elimina gran volumen de grasa, y la piel, que ya ha perdido elasticidad por el sobrepeso, queda colgando o formando pliegues. Es por ello que las dietas deben ser lentas y cuidadas,
Mala alimentación:
La carencia de proteínas (carnes y huevos) y el abuso de comidas ricas en grasas, azúcar y harinas (galletas, gaseosas, productos industriales, etc.) propician la flacidez del abdomen, ya que las primeras son imprescindibles para la formación de los tejidos, y las segundas brindan una consistencia blanda a la panza, aunque no haya exceso de peso.

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