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jueves, 18 de junio de 2015

CONSEJOS PARA TRATAR DE EVITAR ESTRIAS POR EL EMBARAZO

CONSEJOS PARA TRATAR DE EVITAR ESTRIAS POR EL EMBARAZO
PERSONALMENTE 4 CLAVES,LA NUTRICION,LA HIDRATACION EL EJERCIO Y LA AYUDA DE ACEITE Y CREMAS
Las estrías del embarazo son el resultado natural del estiramiento de la piel alrededor del abdomen.
El embarazo es un momento especial en la vida de la mujer, pero es también una fase en que el cuerpo sufre diversas alteraciones y por ello es preciso tener algunos cuidados; con el aumento de peso, la elasticidad de la piel llega a su límite y ahí surgen las estrías y para no quedarse con marcas definitivas en la piel, merece la pena prevenir las estrías en el embarazo, y con ello evitar cualquier situación difícil sea psicológica o física.
Consejos prácticos
Hidratar la piel es fundamental; usar una crema para estrías en el embarazo, principalmente las que poseen aceite de almendras, semilla de uva, y aguacate en su composición; los mismos ayudan a mantener la elasticidad de la piel, recordando que la crema hidratante debe ser usada en el estómago, glúteos, muslos y senos, que son las áreas del cuerpo donde las estrías acostumbran aparecer en la gestación.
Beber por lo menos dos litros de agua por día también ayuda a mantener la piel hidratada.
Consumir alimentos hidratantes
Incluso siendo natural ganar peso en la gestación, es preciso mantener el control para no engordar demás, lo ideal es ganar de 9 a 12 kilos durante 9 meses.
Una alimentación equilibrada es una buena forma de prevención de estrías en el embarazo es por ello se recomienda comer alimentos ricos en vitamina C, que estimulan la producción de colágeno y proteínas; la vitamina A, E, las frutas, legumbres y verduras también están en la lista de alimentos recomendados.
El cuerpo de la mujer demanda más nutrientes en el embarazado, especialmente más minerales y vitaminas, es por ello que es tan importante la alimentación durante toda la gestación; pero no se debe caer en errores para nada significa que se deba comer por dos como se dice; a lo largo del embarazo se requiere más minerales como el calcio y el hierro, y vitaminas como el ácido fólico o B9, otras vitaminas del grupo B (B1 o tiamina, B6 o piridoxina y B12), además de las vitaminas C, A y D ya citadas.
Evitar las comidas fritas, el exceso de sal y de dulces.
Durante el embarazo, escoger piezas íntimas que garanticen su comodidad y protejan la piel.
Como los senos se quedan mayores y más pesados, optar por los modelos de sosten reforzados y que proporcionen mayor sustentación.
La mujer debe sentirse cómoda con su embarazo y por ello es preciso conocer el estado de cada semana de la gestación.
Hacer ejercicios físicos diariamente
Caminar puede ser una buena manera para mantener la forma, ayudar en la circulación sanguínea y mejorar la oxigenación y la nutrición de las células de la piel; los grupos de ejercicios pueden dividirse en: respiratorios, circulatorios, para la columna vertebral y de flexibilidad articular.
Se debe mantener el organismo hidratado para garantizar el correcto transporte de nutrientes, regular la temperatura corporal, mejorar la salud de la piel y favorecer la digestión
Lo que se come es tan importante para estar hidratado como lo que se acompaña con la comida. Inclusive si no se siente sed, se puede estar crónicamente deshidratado. hay millones de personas que no toman por lo menos ocho vasos de agua al día; un problema que incrementa el riesgo de enfermedades, suprime la energía, y hace más difícil quemar grasa.
SOBRE CONSUMIR ALIMENTOS HIDRANTANTES EN EMBARAZO
Consumir más agua: Las comidas pueden proveer por lo menos el 20% de las necesidades de fluido diario. “La mayoría de las verduras y las frutas son opciones excelentes,”. La lechuga, pepinos y tomates son casi un 90% agua. El yogurt y la leche son también buenas opciones, como lo son las sopas o cualquier comida cocinada en agua, como las salsas o la avena. Inclusive un jugoso bistec puede proveer dos o tres onzas de agua por servicio.
Limitar la sal: El sodio hace retener fluidos, pero no de una manera en la que mantiene el cuerpo fresco o elimina toxina. Mientras más comidas con sodio se consuma, más agua se necesitará tomar para diluir el sodio apropiadamente.
Durante el verano, con el aumento de la temperatura ambiente, se vuelve importante un cuidado mayor con la hidratación del cuerpo, ya que las pérdidas de agua por el organismo se vuelven mayores. La deshidratación, tan común en ese periodo del año, puede ser evitada con buena alimentación e ingestión de líquidos regular.
En condiciones normales, el organismo de una persona adulta pierde en promedio 2,5 litros por día, considerando las pérdidas por el sudor, orina, heces y en la transpiración (pérdidas del agua, en la forma de vapor, por la piel y pulmón que no son percibidas). Por lo tanto, es necesaria la reposición diaria de 2,5 litros del agua, considerando toda el agua ingerida pura o en forma de alimentos, siendo líquidos como sólidos.
Alimentos con porcentual de agua
Al contrario de lo que se piensa, no son sólo los alimentos en la forma líquida son los que hidratan el organismo. Existe agua en todos los alimentos, y en algunos las concentraciones son bastante altas. Por ejemplo, en las verduras de hoja y en algunas legumbres, más de 90% de su peso es dado por el agua presente en sus compartimientos celulares. Algunas frutas también llegan a tener más de 90% de su peso en agua. Paralelamente, los alimentos secos como los biscochos tienen sólo 4% de agua.
De esta manera, todos los alimentos, independiente de que estén en forma líquida o sólida, contribuyen de alguna manera para suministrar agua al organismo. Se considera, en términos generales, que aproximadamente 1 litro del agua es suministrado al organismo por la alimentación por regla general, sumándose el agua generada por los procesos metabólicos necesarios a la propia utilización de los alimentos. Entonces tenemos una necesidad diaria de, aproximadamente, 1 litro y medio del agua por día, que debe ser suministrada al organismo además de los alimentos, pudiendo ser ingerida pura o en la forma de zumos, tés, caldos, sopas, etc.
Las infusiones de manzanilla, menta, té verde o blanco son las más recomendadas para el equilibrio hídrico.
la merlusa es baja en grasas, tiene muchas vitaminas del complejo B, combatiendo la fatiga, la depresión y protege a las defensas.
El huevo tiene su mayor aporte hídrico en su clara. Además es una fuente importante de proteínas, fósforo y hierro.
La gelatina es rica en proteínas y baja en grasa. Es refrescante y sabrosa, es mejor aquellas light sin azúcar, e ideal para combinar con trozos de frutas.
Aporte hídrico de algunos alimentos: Arroz: 12%, Miel de abeja: 22%, Carne asada: 35%, Banana: 72%, Leche: 87%, Naranja: 88%, Espinaca: 92%, Sandía: 94%, Tomate: 94%, Lechuga: 95%.
CREMAS O ACEITES A USAR EN EMBARAZO
Aceite de Bebé El aceite mineral puro crea una barrera hidratante sedosa, protectora sobre la piel
ACEITE DE COCO El aceite de coco es rico en grasas saturadas amigables para la piel, lo que lo hace perfecto para todo tipo de complexiones de piel. El aceite de coco, deja la piel con una sensación sedosa y fresca.
Aceite de Vitamina E Es puro, de color claro, no contiene ningún aceite mineral. Este aceite penetrante le provee a su piel todos los beneficios de la Vitamina E pura.
Hidrata la piel seca a fondo y ayuda a minimizar la apariencia de líneas finas, arrugas y estrías.
Y CLARO EL EJERCICIO AYUDA MUCHO DURANTE Y DESPUES DEL EMBARAZO
Las mujeres sanas, que se mantenían activas y sin ninguna complicación, pueden seguir haciendo ejercicio regular, siempre adaptando el ejercicio a su nueva condición y teniendo en cuenta algunas recomendaciones. Lógicamente, todas las mujeres embarazadas deben consultar a su médico antes de iniciar un programa de ejercicio físico.
La mujeres que ya realizan ejercicio ejercicio físico pueden seguir practicándolo con normalidad, realizando algunas modificaciones. En caso de no haber realizado ejercicio anteriormente con regularidad, se suele recomendar participar en programas de preparación al parto en vez de comenzar a realizar un ejercicio físico concreto al que la mujer no está acostumbrada. Hay que tener en cuenta que el embarazo es un periodo donde la actividad física debe ir en descenso progresivo. Si una embarazada sedentaria inicia un programa de ejercicio, debería empezar a partir del 2º semestre y de forma muy gradual, con ejercicios de bajó impacto, controlando la frecuencia cardíaca o test del habla, como caminar o nadar.
Los beneficios que se obtienen con la práctica del ejercicio durante el embarazo son muchos:
-Control de peso corporal: el ejercicio nos ayuda a aumentar el metabolismo y a controlar el aumento excesivo de peso.
-Previene dolores de espalda: debido al peso del feto se modifica la posición de la pelvis y aumenta la curvatura lumbar (Hiperlordosis). Un programa de ejercicios bien orientados, atenuara y prevendrá molestias en la zona lumbar.
-Previene la diabetes gestacional: es un tipo de diabetes que se presenta durante el embarazo. El ejercicio combinado con una dieta adecuada, mejora el aprovechamiento de los azúcares y previene este tipo de diabetes.
-Mantenimiento de las cualidades físicas: aunque durante el embarazo se van reduciendo estas cualidades, el ejercicio regular ayuda a mantener y retrasar este retroceso, mejorando de esta manera la autonomía de la futura madre.
-Mejora del bienestar psicológico: ya lo comentamos anteriormente. El ejercicio durante este periodo mejora el estado de ánimo, la autoestima y previene estados de ansiedad, depresión, etc.
-Recuperación más rápido del parto: las mujeres que realizan algo de actividad física durante la gestación, tienen una recuperación mucho más rápida. El peso corporal, la postura, el tono muscular, la resistencia cardiovascular, etc.
-Recuperación del suelo pélvico: durante el embarazo, el suelo pélvico se ve sometido a mucha cargas, ya que soporta todo el peso. Esta sobrecarga provoca una distensión muscular y puede llegar a provocar incontinencias urinarias. Importante la práctica de ejercicios específicos para el fortalecimiento del suelo pélvico durante el embarazo para prevenir y facilitar la recuperación de estos músculos después del embarazo.
-Mejora de la circulación: el ejercicio favorece el retorno venoso gracias al efecto de bombeo que los músculos ejercen sobre los vasos al contraerse. El aumento de peso en este periodo aumenta los problemas circulatorios.
Sólo he enumerados algunos de los beneficios que tiene incluir un programa de ejercicios durante el embarazo, podría seguir pero no quiero extenderme demasiado.
Durante el embarazo se recomiendan ejercicios cardiovasculares de bajó impacto, tipo caminar, bicicleta estática, nadar, aerobic de bajó impacto, elíptica o similares, etc. No se recomiendan los deportes de contacto, los que tengan riesgo de caídas, de alto impacto y alta intensidad, deportes de riesgo, así como todos aquellos deportes que expongan a la embarazada a condiciones medio ambientales peligrosas. Lo ejercicios de tonificación son muy recomendables ya que ayudan a mantener una buena postura, mantener la fuerza y el tono muscular, así como mantienen un ritmo metabólico alto al preservar nuestra masa muscular. El trabajo de flexibilidad será también recomendable, incidiendo sobre todo en los músculos tónicos, que reciben más carga por el cambio postural. En este periodo existe una hiperlaxitud ligamentosa y articular por un aumento de la secreción de la hormona relaxina. Esto nos lleva a limitar los movimientos de gran amplitud y a realizar los ejercicios de flexibilidad sin llegar al máximo recorrido articular, evitando los rebotes y los estiramientos con impulsos. En estos casos bastara con mantener la posición durante unos 20/30” notando una tensión suave.
Hemos hablado algo de los beneficios del ejercicio durante el periodo de gestación, que no son pocos. En un próximo artículo hablaremos de las recomendaciones del ejercicio tras dar a luz y de como recuperar tu silueta y forma física lo más rápido posible.
Recuerda, antes de iniciar un programa de actividad física consulta a tu médico y si no hay ninguna contraindicación, ponte en manos de un profesional de la actividad física y que te diseñe un programa adaptado a tu nuevo estado y totalmente personalizado.

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